San Pedro Garza García, México.- El pasado mes de septiembre, con tacos y enchiladas, Silvia Macías festejaba en el Parque Chipinque el cumpleaños 15 de su hijo Santiago, quien tiene síndrome de Down.
De pronto, un oso negro subió a la mesa donde convivía la familia y, a centímetros de ellos, devoró la comida.
El momento fue grabado por la regiomontana Ángela Chapa, amiga de Silvia.
En el video se ve a la mamá abrazando a su hijo y cubriéndole los ojos.
«Lo más grave era que Santiago se fuera a asustar», señaló Silvia, entrevistada en la Ciudad de México, donde vive con su hijo. «Santiago le tiene mucho miedo a los animales, a los perros, a los gatos, cualquier animal le asusta mucho.
«Por eso le tapé los ojos, porque yo no quería que lo viera… me preocupaba eso, que él se asustara, que gritara, o que hiciera algo que asustara al oso. “El oso estaba muy cerca de nosotros», contó la mamá, «o sea, oíamos cómo gruñía, cómo estaba comiendo, olías al oso, o sea, estaba de verdad muy, muy cerca».
El oso eventualmente se fue. Santiago y su familia fueron por más tacos y todo terminó bien.
Silvia no se considera ninguna heroína.
«Yo creo que soy una mamá que cuidó a su cachorro», expresó.
Afortunadamente todo quedó en un susto ante una situación recurrente en Nuevo León que se viene registrando en las partes bajas de cerros y sierras a donde acuden estos animales ante la falta de alimento y agua en su hábitat.